Tan sólo siete horas después de aterrizar en la Ciudad de México, la Selección salvadoreña pisó el Estadio Azteca para relajar músculos pero también aprovechar el tiempo.
A diferencia del Tricolor, que tres horas antes sostuvo una sesión recreativa, el cuadro centroamericano destiló seriedad con un interescuadras utilizando tres cuartas partes de la cancha.
El entrenador Ramon Maradiaga también dejó ver poco de lo que será su alineación, ya que diseñó una práctica con tres equipos de siete elementos.
El reconocimiento de los centroamericanos también se distinguió del resto de los rivales del Tri, que únicamente pisaban la cancha para conocer el escenario.
Sin muestras de asombro ni fotos de jugadores con celular para guardar el momento, dado que muchos pisaron por primera vez este césped, el rival de los mexicanos terminó con estiramientos y la misma seriedad que seguramente los acompañará este viernes.
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